Las primeras horas de la mañana del 11 de enero en Inglaterra, aún de madrugada por estas regiones del mundo, se hacia viral la noticia de que aquella criatura de otro planeta, a la que cariñosamente llamábamos David Bowie, tomaba la nave que lo llevaría de vuelta al lugar de donde vino. No nos queda claro si el destino fue Marte, o algún otro lugar en una galaxia a millones de años luz, ya que no nos permitió despedirnos, pero le quedamos eternamente agradecidos por estos 50 años dedicados a la música. El planeta Tierra -hoy triste- nunca será el mismo, gracias a él.
David Robert Jones, nacido en Londres, un 8 de enero de 1947, se interesó en el canto y el baile a muy temprana edad, demostrando su talento en la escuela, al mismo tiempo que se nutría de los singles de artistas norteamericanos como Elvis Presley, Fats Domino, Chuck Berry y Little Richard. Sus estudios en música, arte y diseño, lo llevarían a probar con distintas corrientes, y aprender a tocar varios instrumentos, incluyendo el ukelele y el saxofón.
Tras probar suerte con media decena de bandas, como the Konrads, the King Bees, the Manish Boys, the Lower Third, the Buzz y the Riot Squad, David cambió su nombre escénico de Davy Jones -homónimo de un integrante de los Monkees- por el de David Bowie, inspirado en el héroe militar estadounidense del siglo XIX llamado James "Jim" Bowie, uno de los protagonistas de la revolución de Texas.
Ya en solitario publicaría una serie de singles entre mediados de 1966 y el año siguiente, y el 1 de junio de 1967 (la misma fecha de salida de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de los Beatles) lanzaría un disco debut homónimo, con la producción de Mike Vernon (Eddie Boyd, The Artwoods, John Mayall & The Bluesbreakers). El fracaso crítico y comercial llevaría a Bowie a repensar su carrera, mientras estudiaba danza y teatro, y componía canciones para otros artistas.
A pocos días del despegue del Apolo 11 -el primer viaje que llevó al hombre a la luna- Bowie debutó el tema "Space Oddity", relatando la historia del Mayor Tom, un astronauta ficticio en una misión espacial (ese personaje jugaría un papel en posteriores números como "Ashes to Ashes", "Hallo Spaceboy" y "Blackstar"). Esa canción, con frases memorables como "This is Ground Control to Major Tom, you've really made the grade" y "I'm floating in the most peculiar way, and the stars look very different today", se convertiría en su llave de ingreso a los charts -alcanzando el puesto cinco en su país- siendo el comienzo de una brillante carrera de 26 discos de estudio (tomando en cuenta The Buddha of Suburbia), dos soundtracks (Christiane F. y Labyrinth), y dos álbumes con Tin Machine, el proyecto junto al guitarrista Reeves Gabrels. Más de un centenar de singles, con 80 de ellos ingresando a charts (11 números 1); y 50 y tantos videoclips -muchos de ellos excelentes- son parte del legado de un músico siempre adelantado a su tiempo.
Su partida -sorpresiva y silenciosa- fue orquestada y planificada a su manera; haciendo siempre lo que quiso. Bowie fue único, original e impredecible hasta en la forma de dejar este mundo de mortales. Lo más cercano a un dios que conoceremos en el triste planeta Tierra.
January 10 2016 - David Bowie died peacefully today surrounded by his family after a courageous 18 month battle with...Posted by David Bowie on Sunday, January 10, 2016
Acompáñanos a recordar a David Bowie, a través de un viaje espacial por 10 de sus discos más importantes; aquellos que deberían ser escuchados una y otra vez como agradecimiento a esa notable vida dedicada a la música.
Podrás disfrutar de los 10 títulos de nuestra selección, a través de Spotify.
10) ★ (Blackstar) (2016)
Para quienes escuchamos este álbum a su salida -el viernes 8 de enero- y tres días después, Blackstar tiene otro sentido. Hoy, es imposible separarlo de su muerte. Las letras cobran otro significado, como ese mensaje entre líneas que quería anunciarnos Bowie, que no era otra cosa que una bajada del telón, el último telón. Por si fuera poco, esa estrella negra de la portada, que podría ser interpretada de distintas maneras, refleja el único disco de su carrera sin una imagen suya, en cualquiera de sus formas.
Disfrazado de un nuevo disco -vaya que Bowie disfrutaba los disfraces y los personajes- Blackstar es el escape perfecto, y el timing no podía haber sido mejor: cumpleaños, videoclip, disco, despedida; todo en el lapso de tres días. Era su último truco, y él lo quiso así.
Este su último testamento tiene muchas referencias a la muerte, como ese "Something happened on the day he died" en la canción que da nombre al disco; o ese "Look up here, I'm in heaven, I've got scars that can't be seen" o "I'll be free, just like that bluebird", ambas de "Lazarus"; o "I know something is very wrong, the pulse returns for prodigal sons" de "I can't give everything away", la canción que cierra el trabajo. Todo el disco esta impregnado de profecías y visiones de ese inevitable final que hoy todos conocemos y lamentamos.
Disfrazado de un nuevo disco -vaya que Bowie disfrutaba los disfraces y los personajes- Blackstar es el escape perfecto, y el timing no podía haber sido mejor: cumpleaños, videoclip, disco, despedida; todo en el lapso de tres días. Era su último truco, y él lo quiso así.
Este su último testamento tiene muchas referencias a la muerte, como ese "Something happened on the day he died" en la canción que da nombre al disco; o ese "Look up here, I'm in heaven, I've got scars that can't be seen" o "I'll be free, just like that bluebird", ambas de "Lazarus"; o "I know something is very wrong, the pulse returns for prodigal sons" de "I can't give everything away", la canción que cierra el trabajo. Todo el disco esta impregnado de profecías y visiones de ese inevitable final que hoy todos conocemos y lamentamos.
Reunido con Tony Visconti, uno de sus colaboradores más frecuentes -participó en 11 álbumes, desde el homónimo de 1969, hasta el último disco- Blackstar trae siete canciones registradas en un estudio de Nueva York, ciudad que sirvió como la última morada del inglés de 69 años. Sonoramente es una especie de retorno a la experimentación de los años 70s, circulando por territorios oscuros y alejado del mainstream.
Él siempre hizo lo que quiso hacer. Y lo quiso hacer a su manera y quiso hacerlo de la mejor manera posible. Su muerte no fue distinta a su vida, una obra de arte. Hizo Blackstar para nosotros, su regalo de despedida. Supe por un año que sería de esta manera. Sin embargo, yo no estaba preparado para ello. Él era un hombre extraordinario, lleno de amor y vida. Siempre estará con nosotros. Por ahora, es apropiado llorar".
Tony Visconti, Productor.
9) David Bowie (1969)
El segundo disco de Bowie, publicado con tres títulos distintos a lo largo de los años -David Bowie en su lanzamiento original en el Reino Unido, y en la versión remasterizada de 2009; Man of Words/Man of Music en su debut norteamericano, en noviembre de 1969; y Space Oddity en los relanzamientos de 1972, 1984 y 1990- fue su aporte de folk, psicodelia y pop barroco, distanciándose por completo de la propuesta sonora de su debut -también llamado David Bowie- de dos años atrás.
El primero de varios discos producidos por Tony Visconti, fue registrado en los estudios Trident de Londres, entre junio y septiembre de 1969. Si bien a su salida en noviembre de 1969 no recibió el crédito comercial esperado, fue con su relanzamiento en 1972 que alcanzó puestos de privilegio en el Reino Unido, Australia, Canadá y Estados Unidos.
For here am I sitting in my tin can, far above the world. Planet Earth is blue, and there's nothing I can do"
"Space Oddity"
8) The Next Day (2013)
Bowie disfrutaba sorprendernos -su partida no fue la excepción- y en 2013, el día de su cumpleaños número 66, anunció que tendría nuevo material de estudio, tras 10 años de silencio. Cuando todos creíamos que el inglés se había retirado, nos regalaba un trabajo sólido de comienzo a fin, con un Bowie rayando a muy alto nivel, y entregando su mejor colección de canciones en 20 años.
En una movida atrevida, el arte de portada replicaba al emblemático "Heroes" de 1977, adaptando un cuadrado blanco por encima de la cara de Bowie. Según el diseñador a cargo, era un "intento de olvidar o destrozar el pasado". Más allá del objetivo gráfico de dejar atrás lo vivido, The Next Day se codeaba con los mejores trabajos de la discografía del inglés, rescatando sonidos de su época setentera y ochentera, y adaptándolos al presente.
La generosa colección de 14 canciones -18 en la edición deluxe, y 24 en The Next Day Extra- debutó en el primer lugar en una veintena de países, incluyendo el Reino Unido, y alcanzó el puesto dos en naciones como Australia, Canadá, Francia, Italia, España y Estados Unidos. Fue alabado por la crítica, que incluso llegó a calificarlo como el mejor retorno de la historia (The Independent), su obra maestra (New York Times), o su trabajo más sólido hasta la fecha (CBS News).
Registrado en dos estudios neoyorquinos junto a Visconti -debieron cambiar de sala debido a que alguien hizo correr el rumor de que Bowie estaba grabando ahí-, The Next Day destaca por sus letras que hablan de envejecer, y trae un dejo de nostalgia, muy presente en canciones como "Where are we Now?", "Valentine's Day" y "You Feel So Lonely You Could Die" (imposible escucharlas hoy sin derramar lágrimas).
Where are we now? The moment you know, you know, you know. As long as there's sun, as long as there's rain, as long as there's fire, as long as there's me, as long as there's you"
"Where Are We Now?"
7) "Heroes" (1977)
Grabado íntegramente en Berlín, el único de la trilogía registrado por completo en la ciudad alemana, "Heroes" es hasta hoy uno de los discos más celebrados por los fans y la crítica especializada.
Habiendo elegido un estudio situado a tan sólo 500 metros del muro que partía la capital alemana en dos (Hansa Studio by the Wall), "Heroes" era un reflejo la guerra fría, y a través de canciones como la que da nombre al disco -que relata la historia de una pareja que se conoce en el muro de Berlín- rendía un tributo a sus influencias de Krautrock. Tiempo después, Bowie confesó que esa pareja era parte de su entorno: el productor Visconti -entonces casado- y su amante alemana.
La importancia de este trabajo, y de esa su relación con Alemania, llevaría a Bowie a brindar un concierto en el décimo aniversario de "Heroes" en la entonces Berlín occidental, y elegir un lugar tan cercano al muro que su música pueda ser escuchada al otro lado. Los disturbios en ambos costados servirían como uno de los antecedentes que llevarían a la demolición de esa pared que separaba al país teutón. Sin ir lejos, la Oficina de Asuntos Diplomáticos de Alemania, tras conocerse el deceso de Bowie, emitiría un mensaje en redes sociales agradeciendo al inglés por su rol en la unificación.
Good-bye, David Bowie. You are now among #Heroes. Thank you for helping to bring down the #wall.
https://t.co/soaOUWiyVl #RIPDavidBowie
— GermanForeignOffice (@GermanyDiplo) enero 11, 2016
El duodécimo disco de Bowie contaría con la colaboración de Brian Eno (Roxy Music), en teclados y sintetizadores, y de Robert Fripp (King Crimson), en guitarra líder.
I can remember standing, by the wall. And the guns shot above our heads. And we kissed, as though nothing could fall. And the shame was on the other side. We can beat them, for ever and ever. Then we could be Heroes, just for one day"
"Heroes"
6) Young Americans (1975)
Después de esa relación de años con el glam, Bowie daría un giro inesperado en 1975 con un trabajo lleno de soul, R&B e incluso funk en Young Americans.
Registrado mayormente en los estudios Sigma Sound en Filadelfia, Pennsylvania, buscando reproducir in situ el sonido del Philly Soul, el sucesor de Diamond Dogs fue grabado en vivo junto a músicos de la comunidad funkera y soul, como Luther Vandross, Andy Newmark (Sly and the Family Stone) y Carlos Alomar, quien luego sería un colaborador permanente de Bowie.
Radicado desde hace un año en Estados Unidos, tendría en uno de los sencillos de Young Americans a su primer número 1 en ese país. "Fame", co escrito y co producido por John Lennon, sería un hit inmediato en el país del norte, alcanzando la cima a finales de septiembre. El disco además incluía otros dos momentos Beatles: su versión de "Across The Universe", y la inclusión de la frase "I heard the news today, oh, boy" en el tema que da nombre al disco. Lennon, quien tocaría la guitarra y haría coros en un par de temas de Young Americans, calificó el trabajo como "grandioso, pero es sólo rock'n'roll con lápiz labial".
Fame, makes a man take things over. Fame, lets him loose, hard to swallow. Fame, puts you there where things are hollow. Fame, it's not your brain, it's just the flame that burns your change to keep you insane"
"Fame"
5) Aladdin Sane (1973)
Quizás no exista una portada más emblemática que la del sexto disco de Bowie. Aladdin Sane, una variación de "A Lad Insane" (o un muchacho demente), fue descrito por el inglés como "Ziggy va a América" y se mantuvo en la vena glam de su predecesor, The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, aunque con algo más de hard rock.
Grabado entre finales de 1972 y comienzos de 1973, en Londres, Nueva York y Nashville, junto al productor inglés Ken Scott -repitiendo las tareas de los dos discos anteriores de Bowie- debutó en el primer lugar en el Reino Unido y se convirtió en uno de sus trabajos más exitosos en ventas.
Dentro de las 10 canciones del álbum estaba un cover de "Let's Spend the Night Together" de los Rolling Stones, además de los singles Top 5 "The Jean Genie" y "Drive-In Saturday".
She's uncertain if she likes him, but she knows she really loves him. It's a crash course for the ravers. It's a Drive-in Saturday"
"Drive-In Saturday"
4) Low (1977)
Luego de unos meses viviendo en Suiza, donde se dedicó a la pintura y a coleccionar piezas de arte, escapando de la decadencia de Los Angeles, a finales de 1976 Bowie se mudó a Berlín -entonces Alemania Federal- intentando librarse de su adicción a la cocaína. "La vida en Los Angeles me dejó con un abrumador sentido de premonición", confesaría Bowie a la revista Uncut, afirmando que -tras los problemas que le habían traído las drogas- veía a Berlín como un santuario, una de las pocas ciudades en las que podría moverse en un casi completo anonimato. "Estaba quedándome sin dinero, era barato vivir ahí (en Berlín). Por alguna razón, al berlinés no le importaba. Bueno, al menos no tenía interés por un cantante inglés", comentaría el músico.
En los dos años que pasó viviendo en esa ciudad -compartiendo departamento con Iggy Pop, quien batallaba con sus propios demonios- dio vida a la llamada "Trilogía de Berlín", iniciada por Low, continuada por "Heroes", y finalizada con Lodger. El primero de esos discos, editado a comienzos de 1977, se inclinaba por un sonido minimalista y abstracto, con números instrumentales que distaban de aquellos temas más comerciales de trabajos anteriores. En una posterior entrevista, Bowie aseguraría que Low era una de las mejores cosas que había compuesto. "Ese era el comienzo, probablemente para mí, de una nueva manera de ver la vida".
Grabado en un castillo en Francia, y mezclado en Hansa de Alemania, incluía temas creados por Bowie pensados para la película The Man Who Fell to Earth, pero descartados por el director de la misma. El título no era más que una referencia a los bajones que sufría el cantante producto de su alejamiento de la droga. Parte del sonido avant garde de Low puede atribuirse a la participación de Brian Eno -uno de los principales innovadores de la música ambient- en sintetizadores, teclados y efectos de guitarras.
Please be mine, share my life. Stay with me, be my wife. Sometimes you get so lonely"
"Be My Wife"
3) Station to Station (1976)
En 1975, nuestro héroe se encontraba en una de las etapas más oscuras de su vida. Completamente dependiente de la cocaína, mientras vivía en Los Angeles, crearía un nuevo personaje: el Thin White Duke (el delgado duque blanco), un frío y demente aristócrata que encarnaba -en muchas formas- al Bowie de entonces.
Ese personaje serviría como portavoz de Station to Station, su décimo disco de estudio. Musicalmente se trataba de la transición entre el R&B y soul de Young Americans, y su interés en la música electrónica alemana de Low y "Heroes". Bowie, sumido en las drogas, aseguraba no recordar nada de la producción del disco que fuera grabado en los estudios Cherokee de Los Angeles, junto al productor Harry Maslin. Debido a su estado, Bowie comentó que escuchaba Station to Station como el trabajo de una persona completamente distinta a él.
Compuesto por sólo seis canciones, y con una duración de 38 minutos, Station to Station produciría cinco promocionales, dos de ellos rankeados en Estados Unidos y el Reino Unido. Su sonido, sus letras y su estética despertarían grandes comentarios de la crítica, y alcanzaría el mejor puesto de su carrera en los Estados Unidos (el lugar tres) hasta la llegada de The Next Day en 2013.
Sin la popularidad de otros discos como "Heroes", Hunky Dory, o The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars, el trabajo publicado el 23 de enero de 1976 es considerado por muchos como la mejor creación de Bowie.
You touch me, I hear the sounds of mandolins. You kiss me, with your kiss my life begins. You're spring to me, all things to me. Don't you know, you're life itself"
"Wild is the Wind"
2) The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars (1972)
El quinto disco de estudio, una especie de trabajo conceptual, cuenta la historia de Ziggy Stardust, un alter ego de Bowie que sirve como mensajero de criaturas de otros planetas. La súper estrella rockera alienígena y bisexual se encuentra cinco años antes de la disolución de la Tierra; el fin del mundo llegará debido a la escasez de recursos naturales, y Ziggy debe llevar su mensaje cantando a los jóvenes las terribles noticias.
Ese personaje, inspirado en el cantante de rock and roll Vince Taylor y en el pionero del psychobilly Legendary Stardust Cowboy, sería protagonista no sólo de The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars sino también del disco sucesor, Aladdin Sane y del álbum de covers Pin Ups, ambos de 1973; Bowie encarnaría completamente a Ziggy en sus shows, llegando a dar conferencias de prensa como el alienígena. El retiro de Ziggy -después de problemas de personalidad que llevarían a Bowie a temer por su cordura- llegaría a mediados de 1973, durante un concierto en Londres.
Musicalmente, el álbum es una extensión en sonido de Hunky Dory, su antecesor, haciendo un mayor énfasis en el glam, y dejando casi en el olvido el folk de sus primeros trabajos. Canciones como la semi acústica "Starman", que podía servir como una secuela de "Space Oddity"; la casi punkera "Suffragette City", que bien traía a la mente a The Velvet Undergound; la emblemática "Ziggy Stardust" y las casi teatrales "Five Years" y "Rock 'n' Roll Suicide" han resistido el paso del tiempo, y no sólo son parte de las mejores canciones de Bowie, sino también de la historia de la música.
The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars es el disco más popular de nuestro adorado inglés, y quizás te extrañe encontrarlo en el puesto 2, y no en el uno, pero creemos que este material no hubiera sido posible sin nuestro elegido a continuación.
There's a starman waiting in the sky. He'd like to come and meet us, but he thinks he'd blow our minds"
"Starman"
1) Hunky Dory (1971)
Por más popular que sea The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, incluyendo la inseparabilidad que existe de ese personaje con Bowie, resulta imposible imaginar ese material sin recurrir a su predecesor, grabado sólo seis meses antes.
Hunky Dory, lanzado a finales de 1971, podrá no ser tan famoso como Ziggy Stardust o "Heroes", o no contar con personajes como el Thin White Duke, pero tiene entre sus canciones a "Changes" y "Life on Mars", dos números que destacan entre las más grandiosas composiciones de todos los tiempos.
Folk, pop, dance hall, glam, art rock, hard rock y psicodelia son parte de la paleta sonora de este su cuarto disco, el sucesor de The Man who Sold the World, de 1970. Las referencias a ídolos populares están presentes en este material, Andy Warhol (en el tema del mismo nombre), Bob Dylan ("Song for Bob Dylan") y Lou Reed ("Queen Bitch"); mientras que canciones como "The Bewlay Brothers" y "Quicksand" reflejan la capacidad de Bowie de llevarnos a estados oscuros, densos y siniestros.
"Life on Mars", con el piano de Rick Wakeman y arreglos de cuerdas de Mick Ronson, una canción poética y personal, es el punto más alto de este disco, y quizás también de ese vasto catálogo musical de Bowie, quien se encarga de cantarla con todo el sentimiento del mundo, haciendo gala de su gran talento vocal. El tema sería un top 3 en Inglaterra.
Grabado en los estudios Trident de Londres, el disco serviría para delinear la futura carrera de Bowie. El inglés, en una entrevista con la revista Uncut, rescató la importancia de ese trabajo: "Me dio, por primera vez en mi vida, un público verdadero. La gente en verdad se me acercaba y me decía 'buen disco, buenas canciones'. Eso no me había pasado antes".
A sus 24 años de edad, David Bowie nos enviaba el mensaje de que no era de este planeta, y Hunky Dory era su documento de entrada a este mundo.
Changes, turn and face the strange. Pretty soon now you're gonna get older. Time may change me, but I can't trace time"
"Changes"
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