Después de la paliza de Jack White y el bailongo de Calvin Harris, el segundo día tenía que comenzar un poco mas tarde, o por lo menos eso nos pedían nuestras piernas y nuestras espaldas.
Cerca de las 4 de la tarde, luego de ingresar, vimos desde un tranquilo lugar el final del show de los sudafricanos Kongos, basicamente un gran repaso a su discazo Lunatic, donde obviamente se destaco hacia el final la enorme "Come With Me Now", y sedujeron al público porteño con dos buenos covers: "Come Together" de los Beatles y una oscura "Blue Monday" de New Order. Todo esto mientras buscábamos un buen lugar para ver a uno de los platos fuertes del festival, nada más ni nada menos que Alt J.
La cerveza, otro gran protagonista. |
Un poco agotados, tocaba el turno de Bastille, y su agradable pop rock llena estadios, no por nada han sido nombrados como herederos de Coldplay, gracias a su rock masivo radio-friendly. Los fans empezaron a saltar gracias a "Bad Blood", y los hits llegaron rapidamente, destacándose "Laura Palmer" y "Things We Lost On The Fire". El final fue mas bailable gracias a la excelente "Of The Night", aquella reversión del himno dance noventero "The Rythm Of The Night" de Corona, y por supuesto, como no podía ser de otra forma, "Pompeii" cerro un gran show enérgico y juvenil.
Tocaba nuevamente tratar de acercarse al Main Stage 1, para presenciar la fuerza del rock británico de Kasabian, que presentaban su controversial disco 48:13, controversial, por los distintos guiños que hacen al dance y al hip hop, algo no muy común en una banda con fans, mas acostumbrados a los pogos y a los himnos rockeros/futboleros de sus últimos discos. Sin embargo, los chicos comandados por el carismático Sergio Pizzorno, nos regalaron el show que fue tal vez la sorpresa mas grata e inesperada de todo el festival. Es interesante analizar la montaña rusa de géneros en la que se transformó esta presentación, iniciando con el subidón de "Bumblebee" o "Shoot The Runner", para luego convertir el Hipódromo de San Isidro en una verdadera rave noventera gracias a "Eez-eh" o los casi siete minutos de electrónica de "Treat", canción que pondría orgullosos a los mismísimos Chemical Brothers. Es en este momento, donde uno puede notar de donde vienen las influencias musicales de estos chicos, que pasan desde el tradicional rock noventero de Oasis y los Stone Roses, hasta la electrónica balear de Paul Oakenfold, y el big beat de Fatboy Slim. Los amantes de un buen mosh-pit quedaron extasiados al oír el espectacular riff de bajo de "Club Foot", canción en la que se armó un verdadero relajo, Para el final, el breve cover de "Praise You" del ya mencionado Fatboy Slim dió lugar a la muy coreada "L.S.F", para terminar rompiendo nuestras rodillas saltando con las enérgicas "Vlad The Impaler" y "Fire". Kasabian fue definitivamente uno de los puntos mas altos del festival, una banda que en vivo cobra mucha mas fuerza que en sus discos, una banda FESTIVALERA e imperdible. El final beatlesco con "All You Need Is Love" a capella, fue la guinda en el pastel.
Como si no hubiéramos tenido suficiente, a continuación nos esperaba Smashing Pumpkins, la bandita de un tal Billy Corgan, que en esta ocasión contaba con una plantilla de lujo junto a Mark Stoermer (The Killers) y a Brad Wilk (Rage Against The Machine). Toda una invitación para envolverse en mas de una hora de himnos adolecentes depresivos, arrancando con "Cherub Rock", para luego llevarnos a la luna con "Tonight Tonight". No faltaron canciones de sus trabajos menos conocidos como MACHINA o Adore, pero por supuesto el griterío se concentró en clásicos como "1979" o "Disarm". Para el final inolvidable, quedó la contundente "Bullet With Butterfly Wings" y la tranquila "Today", antes de rompernos la cabeza con la enorme "Zero". Las palabras sobran a la hora de hablar de bandas como los Smashing...
Para cerrar esta experiencia, nos tocaba ver a un artista que se ha dedicado desde finales de los noventa a lograr éxitos radiales en distintas facetas, ya sea como productor, compositor, o interprete. Era el turno de la leyenda viva de la música: Pharrell Williams, que nos dio una verdadera lección de historia del pop de los últimos 20 años. Comenzó con canciones propias como "Frontin" y "Marylin Monroe", para luego recordarnos a esa gran banda llamada N.E.R.D, con temas como "Lapdance" o "She Wants To Move". Todo un show de luces, baile, twerking y color, acompañaban las melodías entregadas por Williams. A estas alturas del partido, la fiesta ya se había armado y solo quedaba disfrutar. El pequeño intermedio que protagonizaron las guapas bailarinas de Pharell, vino acompañado de "I´m a Slave For You", de Britney Spears, compuesta por Williams a principios de la década pasada. Luego tocaron las canciones de Snoop Dogg: "Beautiful" y "Drop It Like Its Hot", las cuales sorprendieron a mas de uno. Para el final quedaron sus éxitos mas recientes, "Blurred Lines", las daftpunkeras "Get Lucky" y "Lose Yourself To Dance" y un pequeño guiño a su amiga Gwen Stefany con "Hollaback Girl" donde nuevamente las protagonistas fueron sus bailarinas. El gran cierre como era de esperarse estuvo protagonizado por "Happy" una canción que es mucho mas que solo eso, es un verdadero fenómeno mundial. La lluvia de alegría y confetti que acompañaba la melodía, nos confirmaba que este show se acercaba a su final.
AhÍ terminó un memorable festival, que mejoró bastante en todos los aspectos con respecto al año pasado. Parte de nuestro corazón se quedará para siempre en un rinconcito del Hipodromo de San Isidro, Gracias Lollapalooza, nos vemos el 2016!!!.
Por: Andrés Rodríguez
Por: Andrés Rodríguez
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