Lollapalooza Argentina, junto a sus respectivas versiones de Chile y Brasil, se están convirtiendo en los festivales más importantes de nuestra región. Es por eso que las expectativas eran muy altas para esta segunda edición de Lollapalooza Argentina.
Lollapalooza es un festival de diversidad como esencia, diversidad de música, géneros, de actividades, de gente, de artistas, todos en comunión bajo la sola premisa de pasarla bien. La primera fecha arrancó de la mano del español Leiva. El artista regaló una decena de temas, bailando, y animando a un público que prometía. El ex Perez cumplió y además agradeció por cumplir el sueño de tocar en el mismo escenario que Robert Plant.
El día siguió de la mano de artistas latinoamericanos, Maxi Trusso, Dj y artista multifasetico Argentino, calentó al publico con hits de verano, como fue “Please Me”.
Con media hora de retraso Annie Clark, mas conocida como St. Vincent, de 32 años, salto al escenario para cautivarnos con su estilo inconfundible. Guitarras distorsionadas , voces angelicales y movimientos cuasi roboticos , para una de las presentaciones destacadas de la jornada. Con ternura y tenacidad temas como “Bring Me Love”, “Cruel” y “Cheerleader” quedaran en el recuerdo de todos.
Interpol se llevó todas las flores con un show intenso hicieron vibrar a los presentes en uno de los dos escenarios principales. Presentando su quinto trabajo llamado El Pintor. Su cantante Paul Banks, de perfecto castellano estuvo muy comunicativo con el publico, con canciones como “Anywhere”, “Everything Is Wrong” y “NYC”. Se trató de una correcta actuación, en un marco intimo y oscuro, pero de que igual manera resulto potente y entusiasta, como el cierre con “Slow Hands”.
The Kooks fue otras de las bandas esperadas para este Lollapalooza 2015, los británicos presentaron su más reciente cuarto trabajo llamado Listen. El cuarteto se destacó con su sonido indie tan bien trabajado y levantó al publico con clásicos como “She Moves in Her Own Way”, “Naive” y “Ooh La”, en total fueron 16 canciones que no defraudaron y en todo caso consolidaron, a una gran banda, con su público.
La noche caía y se acercaba el cierre de esta primera jornada, mucha gente sin duda se acercó solo para ver a los espectaculares Foster the People, sobrios y perfectos. Pocas palabras y mucha música, la misma que provino de sus dos, únicos, trabajos, que fueron suficientes para hacer bailar a todos los presentes, ya que se trató de una de las bandas con mayor convocatoria del dia. El set, estuvo bien balanceado por canciones de ambos álbumes, Mark Foster su cantante y líder es una maquina de hacer éxitos, no faltaron: “Coming of Age”, “Call it What You Want” y “Miss You”. La conexión con el publico fue sorprendente y por eso el cierre fue a puro pulmon con “Pumped Up Kicks” y “Don’t Stop, la fiesta definitivamente no para.
Finalmente llegó la hora de uno de los platos fuertes y terminar con la espera para poder ver a Robert Plant, leyenda viviente. Ni bien la banda se asomó al escenario, la gente estalló. Plant, acompañado por The Sensational Space Shifters, arranco con la hermosa “Babe, I’m Gonna Leave You”, su voz está ahí, envejeció como corresponde y si bien las notas altas son difíciles, sigue emocionando con su talento.
Las canciones más aplaudidas, obviamente fueron las de Led Zeppelin, a tomar nota: “Black Dog”, “Going to California”, “Ramble On” y “Rock and Roll”, entre otras. Muchas de ellas arregladas con instrumentación Africana, que para mi gusto no era necesaria, porque realmente nadie quiere escuchar Zeppelin con estilo autóctono africano, nadie. Con mucho carisma y buena onda Plant arengo en todo momento a lpúblico, el cual respondió de manera emocionante a cada canción. Un verdadero peso pesado del rock dijo presente en un festival donde artistas de su edad y talla no suelen pasar. Solo pensar a quien estábamos viendo era suficiente para llenar nuestras almas rockeras.
El cierre estuvo a cargo de un artista con todas las letras, un salto de calidad tremendo para Lollapalooza, el único: Jack White. El ex White Stripes nos regaló un show sacado de contexto, y de época , justamente fue el quien nos transportó a su propio mundo, que solo se entiende cuando uno se deja llevar por su sonido. Ahí White es amo y señor, son su voz y guitarra, rodeados de músicos secuaces de primer nivel, White fue demasiado. Esa artista que a principios de los 90’s se mostraba como una revelación hoy, totalmente consolidado, hizo un repaso por todo su repertorio, desde su paso por White Stripes hasta el más reciente álbum Lazaretto, mostrando toda su perfección. Recreó canciones como “ Dead Leaves and the Dirty Ground”, “High Ball Stepper y “Hotel Yorba”, hasta covers de Elvis Presley y Gene Vincent. No pudieron faltar “”Would You Fight for My Love” y “Blunderbuss”.
El plato fuerte del show y de la jornada, fue cuando Robert Plant se subió al escenario y juntos nos regalaron “The Lemon Song” de Zeppelin, un momento que no nos merecíamos y que quedará en nuestra memoria para siempre. White, no es comparable con nadie, es un ejemplar único en este grandioso mundo musical, y para cerrar no podía faltar “Seven Nation Army”, el mejor cierre rockero para la primera jornada de Lollapalooza.
Por: Eze Escobar
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