El Clásico de esta semana le pertenece a un ex Menudo que de muy joven compartió filas con Ricky Martin, pero que a diferencia de su amigo, tomó un camino bastante alejado - y distinto - al del furor juvenil de esas épocas.

Nacido en Estados Unidos y criado en Puerto Rico, Robi Draco Rosa es sin duda uno de los artistas latinos más versátiles e interesantes de todos los tiempos. Desde 1988 a la fecha no sólo entregó trabajos de un altísimo nivel, sino también recibió diversos premios y reconocimientos por su obra.

En el año 1996 grabó en Inglaterra el álbum Vagabundo, uno de sus mejores trabajos, que por ejemplo la revista Spin consideró - acertadamente - como uno de los diez mejores discos de rock latino. La calidad de este trabajo radica también en el hecho de que tuvo como productor a Phil Manzanera, guitarrista de Roxy Music.

"Zarpando en barcos de oro que llené con regalos para ti 
y luego vi que por celos el mar de mis tormentos, 
se tragaba el barco, y aquel loco que era yo… 
y todo naufragó."
"Penélope", una de las más destacadas canciones de este trabajo y de toda su discografía, trata sobre el amor y el alejamiento entre Odiseo y Penélope, personajes del clásico literario La Odisea. Musicalmente la base la marca una loop de batería y una guitarra acústica, acompañado por momento de un mellotrón que recuerda a "Strawberry Fields Forever" de los Beatles. Mientras la voz tan particular que Draco entrega se destaca a la hora de los coros con un maridaje perfecto de capas vocales, para cerrar con un sublime solo de saxo.

La capacidad creativa, de reinvención y sobre todo de recepción y apertura a distintos sonidos y estilos hacen de Draco Rosa un artista completo y único, que en 2011 luchó una dura batalla contra un cáncer de hígado. Hoy recuperado, editó un álbum de duetos bajo el positivo nombre de Vida, donde re versiona sus mejores canciones acompañado por amigos artistas.

Esta semana, el Clásico le pertenece a él y su perfecta "Penélope".

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