Foto: Pato Peters |
Un Hard Rock Café abarrotado esperaba, casi impaciente, el inicio del show de Joss Stone, la solista inglesa que llegaba a cerrar su gira a la calurosa Santa Cruz de la Sierra.
A las 23:00hrs, la música ambiente se apagó para dar paso a cuatro monstruos sobre el escenario: el bajista Peter Innacone -quien también tocó con Beyoncé-, el tecladista Charles Jones, el guitarrista Akil Thompson -sesionista para artistas como Jonny Lang, Michael Bolton y CeCe Winans- y el baterista Rick Jordan -quien fue parte de la banda en vivo de Adam Lambert. Durante un par de minutos entretendrían al público antes de la salida de la guapa cantante, quien -con toda la sencillez posible- emergería de una esquina con una gran sonrisa, mientras entonaba las primeras notas de "You Had Me", canción que tendría fragmentos suiles de "Super Duper Love".
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Así de entrada, y sin anestesia, la rubia de 27 años nos conquistó a todos. Saludó -en un inglés que parece una mezcla de británico y estadounidense- y declaró estar feliz por haber elegido este lugar para finalizar esta etapa de su gira que comenzara hace un año atrás en Marruecos, y que la llevó por lugares tan remotos como la Isla Mauricio, Lesoto, Suazilandia, Líbano y las Antillas Holandesas.
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En seguida vinieron un par de canciones nuevas, ambas con una marcada influencia reggae. "Molly Town" y "Wake Up", ambas del futuro Water For Your Soul, fueron bien recibidas por un público que se dejó llevar por el material nuevo, a pesar de no conocerlo.
Stone, sencilla hasta en la vestimenta, se dio tiempo para agradecer a su gran amor: la música, y todo lo que había logrado hacer gracias a ella. La canción "Music", parte de Introducing Joss Stone, habla precisamente de esa su relación con el arte. Con toques soul y jazz, el tema se fundió en "Jet Lag", uno de los singles de Mind, Body & Soul, de 2004.
Pidiendo disculpas por tener la voz dañada, la cantante aseguró que cantaría hasta dónde pudiera, mientras contaba la experiencia de haber conocido el Río Piraí, lugar que encontró hermoso. Stone es de esas artistas que aprovecha al máximo su visita en cada ciudad en la que toca. Al discurso le siguió otra canción nueva, "Stuck on You".
Con un mensaje positivo, hablando de ser quiénes somos, llegó otra de las canciones nuevas, "Star", con un coro de niños de Harlem, antes de dar paso a uno de los puntos más altos de la noche: la versión rockera e incisiva de "I Put a Spell on You", que hubiera sonrojado al mismísimo Screamin' Jay Hawkins. El momento rockero de la velada se prolongaría con "Karma", uno de los promocionales de LP1 de 2011.
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Entre bromas y risas, Stone preguntaba qué clase de local era ese que no tenía pista de baile, para luego regalar una versión mínima de "Free Me", que de inmediato se convertiría en la coreada "Fell in Love With a Boy", un cover del tema de los White Stripes. A la mitad del mismo, Innacone realizaría un solo de bajo que pondría de pie a todos los asistentes. Era majestuoso el derroche de talento sobre ese escenario.
Apenas había transcurrido una hora con centavos, y la cantante abandonó el stage, seguida por todos sus músicos, quienes no tardarían en volver para un bis final. Agradecida por los aplausos, Stone nos deleitaría por última vez con su voz, esta vez haciendo una versión de "Some Kind of Wonderful", un popular tema de 1967 de los Soul Brothers Six. En medio de la extensa reedición -con casi 15 minutos de duración- la carismática estrella repartió girasoles, algo característico en su presente gira. Con un impromptu vocal a cargo del tecladista, y con los músicos jugando a hacer "Back in Black" de AC/DC, Stone se retiró por el mismo lugar por el que ingresó una hora y quince minutos antes. Esta vez, nada la haría volver...
Foto: Pato Peters |
La velada en el moderno Hard Rock Café de Santa Cruz fue una noche que tuvo de todo, desde soul, funk, reggae y rock, hasta unos cuantos inadaptados que aprovechaban de sacarse 'selfies' con la artista detrás. Un show corto que nos dejó esperando canciones como "Right To be Wrong", "Don't cha Wanna Ride" o "Tell Me What We're Gonna Do Now", pero que quedará en la historia como uno de los mejores que vivimos en esta ciudad.
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