Mientras 13 millones de ecuatorianos siguen esperando que Michael Arroyo dispare el balón al arco suizo en aquella fatídica y muy comentada jugada final que le dio el triunfo a los europeos, la selección ecuatoriana se ve forzada a luchar en contra de las probabilidades en sus partidos contra Honduras y Francia. Los jugadores de Rueda tendrán que usar sabiamente el balón, los espacios... y la calculadora.

La realidad futbolística ecuatoriana ha cambiado mucho en las últimas dos décadas. Mientras el párrafo anterior puede dar a entender la frustración de la hinchada al ver limitadas las opciones de acceder a octavos de final como en el mundial de 2006, este es apenas el tercer mundial de Ecuador y, durante muchas generaciones, el sueño máximo era obtener la ansiada clasificación.

Allá en 1995, la tierra de Delfín Quishpe fue la sede del mundial juvenil Sub-17 y el dúo David y Goliat, formado por David Cobo y Diego Labadía, presentó su canción de apoyo a la selección juvenil junto con otros temas para el torneo.


"Quiero amanecer soñando" incluye frases como "Ni un paso atrás" que fue popularizada durante el conflicto bélico del Cenepa, "Ecuador siempre primero en mi corazón" y  "Quiero abrir mis ojos y verte campeón". Frases que reflejan el sentimiento del hincha ecuatoriano que vive el fútbol como una utopía y que disfruta de cada éxito de su selección como un sueño cumplido. El tema se convirtió en un emblema de "La Tri".

 Para esta edición de la Copa del Mundo, la banda quiteña de tropipop indie Papá Changó con el popstar/latin lover Daniel Betancourth hicieron una versión del tema con un video que muestra distintas zonas del territorio ecuatoriano.


Esperemos que el crecimiento que ha tenido el fútbol en el Ecuador inspire también al desarrollo de la escena musical local. Yo también quiero amanecer soñando.

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