El 2 de mayo de este año será recordado como un día importante en el calendario de Andrés Calamaro, debido a que el músico volvía a a pisar un escenario despues de dos años. El 23 de noviembre quedará no sólo enmarcado en su agenda como el fin de esta gira promocional, sino en la memoria de todo un país que recibió al "Salmón" por primera vez en su historia. ¿Por qué tardaste tanto, 'Gaucho'?
El músico de 52 años había sido promesa de distintos empresarios de espectáculos desde hace mucho tiempo e incluso se recuerda una marcha de fans en 2008 pidiendo su presencia musical en el país de las marchas y bloqueos. Finalmente, en Sonilum de Santa Cruz, más de ocho mil personas pudimos disfrutar de un encendido concierto de dos horas y media de duración.
Foto: Samy Schwartz |
Envolviendo una bandera cruceña en su micrófono, el cantante recurrió a una de sus canciones más emotivas de su catálogo solista. "Crímenes Perfectos", fue el primero de cinco temas del excelente Alta Suciedad (1997) que formó parte del repertorio. Casi enganchada llegó "Cuando No Estás", el primer sencillo de Bohemio, un disco editado en septiembre de este año que lo reune con Cachorro López, un viejo cómplice de aventuras de la época de Los Abuelos de la Nada. Esa canción trajo todo el sonido melódico del Calamaro de antaño, imposible no sentirse contagiado.
Foto: Pato Peters |
Al finalizar ese número, el músico dio las gracias a Santa Cruz y al público presente y puso de manifiesto - por si alguien hasta ese momento no lo sabía - que ésta era su primera vez en tierras bolivianas. Luego, dio inicio al que él mismo presentó como el segmento de canciones de su nuevo disco. "Bohemio", "Rehenes", "Plastico Fino" y "Tantas Veces" fueron los temas que representaron a su más reciente largaduración que debutó en el número uno de iTunes Argentina y que obtuvo la certificación Oro por sus ventas en formato físico durante su primera semana en tiendas.
Ese momento de nuevas canciones dio paso a "Tres Marías", la única de On The Rock, el disco de 2010, para luego revivir "Tuyo Siempre", del quíntuple El Salmón de 2000, que a un ritmo casi cumbiero tuvo a la gente cantando a voz en cuello ese "quiero darte cada uno de mis instantes, nunca más voy a mentir de nuevo, porque no voy a olvidarte nunca más". Demostrando su versatilidad musical y recurriendo a la historia, sonó "Loco" - algo más disco que de costumbre - poniendo a bailar a la heterogénea audiencia.
Lo que había sido alegría y aplausos hasta ese instante, se transformó en abucheos para el argentino cuando realizó su primera mención del Presidente Evo Morales. Calamaro, horas más tarde, a través de su página oficial, afirmó saber lo que hacía y que - consciente de ese rechazo al mandatario - lo nombró en una especie de provocación y, sobre todo, en su afán de brindar sus "respetos a la America morena, la olvidada, la mayoria".
Foto Cortesía: ElDeber.com.bo
El episodio "político", si queremos entenderlo así, dio lugar a "Carnaval de Brasil", canción que incluiría un pequeño homenaje al desaparecido músico estadounidense Lou Reed en la forma de "Walk on the Wild Side", una de sus más grandes composiciones. Esas dos o tres estrofas de la canción de 1972, servirían para algunos admiradores de Reed - pocos, imagino y me incluyo entre ellos - como uno de los momentos cumbre de la velada rockera.
Tras hablar brevemente del ex líder de Velvet Underground, Calamaro, quien ya le había tomado el pulso al público presente y conocía sus reacciones, dijo que este no era el lugar para saludar a las autoridades democráticas y pidio un aplauso por sus "huevos morales" por hacerlo. No era fácil - en ese momento - la relación cantante y público. Calmando las aguas, la banda ofreció "Algún Lugar Encontraré" de la banda sonora de Caballos Salvajes, seguida de "Me Arde" que incluyó en el final un fragmento de "Dead Flowers" de los Rolling Stones. Ese bloque cerró con "Doce Pasos", una rockandrollera canción de Bohemio.
Ya con más de una hora de concierto, Andrelo leyó un mensaje que le había llegado de la ciudad de La Paz. Una vez más, se mencionó el nombre del presidente Morales y volvieron a surgir los silbidos y abucheos. De inmediato, Calamaro hizo referencia a Santa Cruz y dijo que hablar de esta ciudad era como hablar de Paris, de Nueva York y de Liverpool, como una cuna cultural y cosmopolita. Su discurso continuó apuntando hacia el "equilibrio entre el respeto y la falta de respeto, entre el interés y el desinterés".
A Bolivia queremos volver y volver y volver. Santa Cruz de la Sierra, te quiero.
Andrés Calamaro
"Días Distintos" fue el número siguiente, con un sonido hard rock que invitaba a agitar la cabeza mientras imágenes de corridas de toros invadían la pantalla de escenario. Al acabar, vino un jam de casi 15 minutos de duración, tomando como inspiración a Miles Davis y la época revolucionaria y anarquista del jazz, como el propio Calamaro indicaría. En ese lapso, aprovechó para presentar a su formidable banda: Julian Kanevsky y Baltasar Comotto en guitarras, Mariano Domínguez en el bajo, Sergio Verdinelli en la batería y German Wiedemer en teclados.
"Estadio Azteca", "Te Quiero Igual" y "El Salmón", volvieron a desatar la fiesta evocando esa época gloriosa del 99 a 2004. Haciendo una pausa, y anticipando el final, el ex Rodriguez agradeció a toda la gente que vino del interior, de La Paz, de Sucre, de Cochabamba, de Tarija, en una demostración de que sí sabe sobre nuestro país y que Argentina no está "tan lejos", como algunos quisieran. "Sin Documentos", la canción más exitosa de la banda que formó con Ariel Rot, sirvió para unir las voces de los miles de asistentes.
Una introducción de "Volver" de Carlos Gardel se transformó en "Flaca", el indiscutible himno de 1997 que llevaría a Alta Suciedad a convertirse en el segundo disco más vendido de la historia del rock argentino. En medio de esa canción, Calamaro aprovechó para manifestar, una vez más, su admiración por el presidente de Bolivia con un "a sus órdenes, comandante Evo Morales". Cuando el reloj pasaba la medianoche, fue el turno de "Paloma", una de las canciones que sirven para cerrar los recitales de El Salmón, antes del 'encore'.
El sexteto no tardó ni cinco minutos en volver al escenario para brindar la enérgica "Alta Suciedad", una de las canciones más rockeras del catálogo del argentino y número infaltable en sus shows desde hace 15 años. Como corolario de una gran noche, llegó la emotiva "Los Chicos", un homenaje a los amigos e ídolos que se fueron primero. La pantalla mostraba los nombres de Pugliese, Olmedo, Che Guevara, Miguel Abuelo, Pappo, Gardel, Sandro, Spinetta, antes de fundirse en la música de Soda Stereo - sentí la piel de gallina - y su memorable "De Música Ligera", recordando a Gustavo Cerati que seguimos esperando por él.
No había más. No podíamos pedir más a un acto que dejó todo en las casi dos horas y media que estuvo encima del escenario. Calamaro, besó emocionado la bandera boliviana y se despidió, prometiendo volver. Ojalá no tengamos que esperar otros 30 años.
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