El falsete ha ocupado una posición precaria en la música popular. Llegar
a las notas altas es comparable al curso al que llega el soul, dance-pop, y el glam-rock. Sin
embargo, en el mundo indie,
la técnica ha sido tradicionalmente rechazada.
Pocas bandas de rock hipster-aprobadas se han atrevido a hacer del falsete un
gran componente de su acto.
Esta
aversión se debe no sólo a que se requieren grandes
habilidades vocales, sino también a las repercusiones
sociales. Cantando en un rango
normalmente reservado para el género
femenino son inevitables los chistes y referencias acerca de la homosexualidad
y/o emasculación.
Sea
cual sea el propósito, el falsete está infiltrándose cada vez más en una cultura indie acostumbrada
a una variable serenidad y despreocupación. Al mismo
tiempo, puede servir como una expresión
de rebelión subversiva. Especialmente en un escenario
de la música que se basa en ‘ir
más allá’ y volcar las
expectativas.
Pienso Música y la playlist de la semana te invitan a confirmar que es indudable, hay algo provocador y desgarrador en esa voz masculina alta.
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