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| Foto cortesía: Facundo Gaisler |
Los noventas están vivos o al menos lo estuvieron durante las dos horas de show de los Smashing Pumpkins.
Billy Corgan, el muy activo cantante y guitarrista de 43 años y eternamente la imagen asociada con la banda, trajo ésta vez a una renovada agrupación con tres desconocidos músicos, incluyendo a Mike Byrne, baterista de 20 años que no permite echar de menos en lo absoluto a aquel gran Jimmy Chamberlin (me animaría a decir que Byrne, es el mejor baterista joven de la actualidad; tremendo!). Buenos Aires, Argentina, es la ciudad escogida para iniciar su segunda travesía por Sudamérica, con paradas en Sao Paulo, Santiago, Lima y Bogotá.
Un escenario sencillo, pero lleno de brillos y luces se ve iluminado para recibir al cuarteto, cuando a las 20:50 aproximadamente ocho mil almas se dan cita en el legendario Luna Park. Corgan saluda con la mano y luego de una breve sonrisa arrancan las primeras notas de "The fellowship", uno de los siete temas de Teargarden by Kaleidoscope que formarían parte de la velada. Un tema aún no registrado en estudio llamado "Lonely is the name" viene a continuación y "Today" es el responsable de hacer estallar por vez segunda al público. La semi western "Astral planes" y la extensa y psicodélica "A song for a son", ambas del primer ep de Teargarden se ven separadas por "Ava adore" que pone a todos a cantar ese "We must never be apart, we must never be apart".
Hasta ese momento, un silente Corgan demuestra todo su talento en escenario y pone de manifiesto - con música y letras - que él fue, es y será Smashing Pumpkins. Su calidad está intacta y su presencia en escenario es la de un verdadero ícono del rock de los 90s, que supo resistir de manera íntegra el paso de los años.
La primera de las sorpresas - al menos para mi - llega con "Eye", canción del sountrack de "Lost highway" y en seguida una versión actualizada de "Bullet with butterfly wings" se apodera por completo del recinto. Los miles de asistentes nos unimos en una sola voz para ese "Despite all my rage, I am still just a rat in a cage" y es 1995 de nuevo. La intensidad de ese gran éxito del incomparable Mellon Collie and The Infinite Sadness se ve superada por una cruda y ruda "United States" de Zeitgeist que entre medio incluye un "Star spangled banner", "Moby dick" de Zeppelin y un breve, pero sentido solo de batería.
Ha pasado una hora y por vez primera Corgan se dirige al público. Un gracias, una broma y la dedicatoria del tema a continuación son parte del discurso. La delicada y bonita "Spangled" del segundo ep de Teargarden baja las revoluciones y pese a desconocer la canción, los asistentes agradecemos la gentil ofrenda. La suave "To Sheila" de Adore es el número siguiente y el Luna Park vuelve a encenderse con la explosiva combinación de "Cherub rock" y "Zero", canciones de esa dorada época 1993 - 1996, cuando los Pumpkins compartían la gloria en lo más alto como dignos representantes del rock alternativo. "Shame" vuelve a visitar territorio Adore y un reciente "Freak" - el único tema rankeado del nuevo material - con su contagioso "la, la, la, la, la" sirve de antesala para una de las canciones más cantadas, coreadas y emotivas de la noche, "Tonight, tonight" que sin poder evitarlo, trae a la cabeza ese inspirado videoclip de 1996.
"Stand inside your love" ese gran tema del también grande Machina: The Machines of God y "Tarantula" - con final prestado de "Love gun" de Kiss - la canción que trajo de vuelta a los Pumpkins tras siete años de ausencia, se encargan de cerrar el setlist principal, una hora y cuarenta minutos después de haber comenzado. Agradecidos, los músicos se retiran y bulliciosos, nos quedamos pidiendo el retorno de la banda.
Ante el multitudinario pedido, vuelve Billy Corgan, solo y con guitarra acústica en mano. "A stitch in time" de Teargarden es el primer tema del bis y una emotiva "Disarm" - Dios, cuántos recuerdos - vuelve a unir en emoción a todo el venue; "The killer in me, is the killer in you" cantamos todos y quizás con ese tema podamos olvidar la ausencia de himnos como "1979", "Rocket" o "Perfect". Esa muy grata sorpresa, se ve seguida por otra, "By starlight" de Mellon Collie, ya con banda completa. Como número final de la noche suena la pesada "Heavy metal machine", haciendo honor a su título y dejando establecido que Corgan y los suyos pueden pasar sin problemas de una canción suave a una fuerte y vice-versa.
Los Smashing Pumpkins, siempre fueron la banda "alternativa" del movimiento alternativo y pese a tener un solo miembro remanente, dejaron claro en Buenos Aires, que tienen cuerda para rato y que ideas y canciones no le faltan al "cerebro" Corgan. La nostalgia y el presente convivieron en una noche que demostró que los 90s todavía se viven y se sienten y tuvieron a una banda que en lugar de irse a seguro por los hits y los recuerdos, apostó por material nuevo y temas no tan populares de seis de sus siete discos (Gish de 1991, fue el único no visitado).
Los Pumpkins están vivos; Corgan respira y piensa. Vos y yo, somos testigos...
Pato Peters
Pato Peters
Acá tienes los links para que descargues de manera gratuita "Spangled" y "Freak" de Teargarden by Kaleidoscope:
Setlist:
The fellowship - Lonely is the name - Today - Astral planes - Ava adore - A song for a son - Eye - Bullet with butterfly wings - United States/Star spangled banner/Moby dick/Drum solo/United States - Spangled - To Sheila - Cherub rock - Zero - Shame - Freak - Tonight, tonight - Stand inside your love - Tarantula/Love gun - A stitch in time - Disarm - By starlight - Heavy metal machine
Me pregunto por qué los medios llamados serios, no pueden escribir notas de esta calidad.
ResponderBorrarFelicidades por tu reporte, detalla absolutamente todo lo que pasó la noche del concierto.
Lo único que tendría para aportar, es el mal sonido que tuvimos. No se por que se empeñan en seguir haciendo shows en el luna, cuando la acústica es tan mala.
Abrazo pumpkiano...
Me pregunto por qué los medios llamados serios, no pueden escribir notas de esta calidad.
ResponderBorrarFelicidades por tu reporte, detalla absolutamente todo lo que pasó la noche del concierto.
Lo único que tendría para aportar, es el mal sonido que tuvimos. No se por que se empeñan en seguir haciendo shows en el luna, cuando la acústica es tan mala.
Abrazo pumpkiano...