Justo en el momento que Mott the Hoople iban a tirar la toalla, apareció David Bowie para convencerlos de quedarse un poco más. Bowie encabezó el cambio de imagen de la banda, convirtiéndolos en una verdadera agrupación de glam y dándoles un éxito seguro, el cual fue “All the Young Dudes”  y produciendo el álbum del mismo nombre que los convertiría en estrellas.

“All the Young Dudes”, editada en 1972, forma parte del testamento de Bowie y de su capacidad dentro del estudio para dar al mundo el himno glam por excelencia, y uno de los mejores temas de la historia del rock. La voz de Ian Hunter y la guitarra de Mick Ralphs –también fundador de Bad Company- dieron a Mott the Hoople el sonido tan buscado.

Para muchos tal vez no hayan estado al nivel de Bowie o Mark Bolan, pero sin duda tenían grandes riffs, melodías fabulosas y coros grandes. Es por eso que “All the Young Dudes” no es sólo la mejor canción de Mott the Hoople, sino una de las melodías que definen el glam.

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