De inmediato, y tras un breve saludo al público, llegó otra canción de Black Holes and Revelations, la sexy y bailable "Supermassive Black Hole", hasta ese momento la más cantada de esa velada que había iniciado minutos después de las 9 de la noche. "Resistance", con ese coro de "Love is our resistance, they'll keep us apart, they won't stop breaking us down", sirvió para recordar a las víctimas de Boston, ante una aprobación completa de los 25 mil asistentes, finalizando con una versión en guitarra del himno a los Estados Unidos ("The Star Spangled Banner") que despertó gritos de U.S.A. por doquier.
Tras un jam de bajo y bateria, más efectos de sonido, llamado "Monty Jam", Bellamy tomaría su lugar en el piano de cola para hacer la suave "Explorers", para luego dar paso a otra canción del nuevo disco, la recordable "Follow Me" (escrita para el hijo de Bellamy, Bingham). "United States of Eurasia", nuevamente con el cantante tras las teclas, sirvió de intermedio en el momento dedicado al más reciente álbum de los ingleses. "Liquid State", con Wolstenholme en las voces - y como la canción que menos suena a Muse de todo su repertorio - y la excelente "Madness" serían los números siguientes, con la segunda muy bien recibida por el variado público neoyorquino (me sorprendió la cantidad de familias enteras en el lugar; gente de todas las edades y hablando distintos idiomas).
La instrumentación de la vieja "The House of The Rising Sun" con las voces del público para dos estrofas, sirvieron para ingresar a "Time is Running Out", esa canción de 2003 que introdujo exitosamente al trío en mercado estadounidense. Sobrepasando la hora de show, llegó "Undisclosed Desires", una de cuatro representantes de The Resistance y la tercera de ese disco hasta el momento. La suave canción llevó al cantante a bajar del escenario y saludar a los fans de las primeras filas, quienes parecían conformarse con ese apretón de manos. De inmediato, la atención se centró en las pantallas traseras que mostraban una especie de ruleta con las casillas "New Born" y "Stockholme Syndrome" y aunque juraría que la bolilla cayó en la primera de ellas, la banda tocó la segunda. Las pantallas de la pirámide, hacían las veces de monitores de televisión durante el tema y para finalizar, engancharon las notas de "Freedom", ese histórico tema de Rage Against The Machine. Quienes se dieron cuenta del detalle, disfrutaron ese guiño a aquella banda californiana.
Los cuatro músicos abandonaron el escenario, para minutos después retornar con otro de esos grandes himnos: la nostálgica "Starlight", que me emocionó hasta las lágrimas, sobre todo en esa parte de "Hold you in my arms, I just wanted to hold you in my arms". Una vez más, Bellamy hizo referencia a los caídos en Boston, volviendo a recibir la aprobación del público. Redondeando la idea, llegaría el tema final. Una canción que no esperaba escuchar, sobre todo por lo señalado al comienzo: la (sobre)exposición del tema de los JJ.OO de Londres. "Survival" pondría el cierre a esa hora y 45 minutos de concierto, en el que la gran - y lamentable ausencia - fue "Plug in Baby" (no hubieran estado de más "New Born", "Hysteria", "Feeling Good" o "Citizen Erased").
Muse seguirá llevando su música como parte de esta gira promocional de The 2nd Law (son entre 7 y 8 canciones de ese disco por concierto) a Europa entre mayo y julio y luego algo de Asia y nuevamente Norteamérica entre agosto y septiembre. Una solitaria fecha está programada para Sudamérica, el 14 de septiembre en Rock In Rio. Sao Paulo, Buenos Aires y Santiago, tendrán que esperar quién sabe hasta cuando (antes y después de Rio de Janeiro, tienen el 11 de septiembre en Washington y el 17 del mismo mes en Denver, Colorado).
Mientras, me quedaré con el memorable recuerdo de esa gran noche del 15 de abril en el "The World's Most Famous Arena".
Textos, fotografías y videos:
Pato Peters
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