El fútbol y la música van de la mano. No podía ser de otra manera. Dos expresiones tan populares, tan cercanas a las emociones y al corazón.
Argentina es un país futbolero por excelencia, su gente siente una pasión - muchas veces indescriptible - por la pelota. Viven y respiran fútbol, ya sea a nivel de clubes o por la selección nacional.
Argentina es un país futbolero por excelencia, su gente siente una pasión - muchas veces indescriptible - por la pelota. Viven y respiran fútbol, ya sea a nivel de clubes o por la selección nacional.
Con la música pasa lo mismo. Argentina es cuna de artistas. Es el epicentro musical latinoamericano y es el lugar de consagración para muchos artistas que viene de afuera. Es un país perfecto para un maridaje en esas canchas donde se gritan los goles de Messi y también se cantan las canciones de los Rolling Stones.
Es por eso que no extraña que estas dos pasiones se junten, ya sea por canciones inspiradas en el fútbol y sus ídolos, que van desde géneros como el tango, la cumbia, el cuarteto, la murga, el rock, por mencionar algunos, hasta canciones que sin pensarlo, se convierten en cantos de cancha.
El rosarino Fito Paez compuso un himno transcendental llamado “Y Dale Alegría a Mi Corazón” que inmediatamente fue relacionada al fútbol y adaptada a un sinfín de cantitos de equipos del fútbol argentino y equipos de todo el mundo. Editada en el álbum Tercer Mundo de 1990, cuenta con las voces de Luis Alberto Spinetta. Es una canción muy argentina, aunque también tan universal como la misma música y esa pelota que no se mancha y que todos amamos.
La Copa del mundo en Brasil es un escenario donde varios equipos latinos se la están jugando, entre ellos Argentina, que siempre es candidato. Su historia y su presente siempre pesan y si bien desde 1986, con Diego Maradona, que no logran dar la vuelta, su gente y todo el pueblo argento, sueña siempre con salir campeones y que la selección argentina les de alegría a sus corazones una vez más.
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