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| Foto: Pato Peters |
Cinco discos más tarde, finalmente los neoyorquinos Coheed And Cambria pisaron tierras sudamericanas, en este caso para desembarcar en la siempre agradable Trastienda de Buenos Aires, Argentina, luego de su paso por Santiago de Chile y antes de seguir para Brasil, donde los espería el afamado Rock In Rio.
Liderados por el cerebral Claudio Sánchez - quien pese a sus raíces latinas, no habla nada de español - los neo progresivos, brindaron un show breve pero intenso, rodeado de no más de 300 fanáticos que cantaron todas y cada una las 14 canciones (y media).
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| Foto: Luis Mogollón |
El show se inició con "No world for tomorrow", canción que abre el segundo volúmen del disco Good Apollo, I'm Burning Star IV y que sirve como opener en toda ésta fase de recitales. Los asistentes a éste íntimo show, nos sentimos liberados; la espera por escuchar al ahora cuarteto, había llegado a su fin. Un segundo tema de ese trabajo llegó a continuación "Gravemakers & Gunslingers", presagiando que existiría una gran carga de canciones del disco editado en 2007, cosa que lamentablemente no sucedería, quedando fuera del set el hit "The Running Free". "Ten speed (of God's Blood and Burial)" del volumen uno sería el tema siguiente, dejando a todos esperando por más.
El alto inicio había sido celebrado por los entusiastas fans, quienes se entregarían por completo a "A Favor House Atlantic", un tema del disco In Keeping Secrets of Silent Earth: 3 que sirvió - al menos en mi caso - para un primer contacto con la banda allá por 2003. Esa canción, fue quizás el momento de mayor euforia en la noche rockera con todos cantando a voz en cuello esa frase de "Bye bye, beautiful, don't bother to write".
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| Foto: Carlos E. Hernández |
"The Crowing", otro tema de ese mismo álbum sería el siguiente número, bajando un poco la intensidad del público que luego recibiría de manera algo tímida a la suave "Pearl of the Stars", uno de mis temas favoritos de la banda que acaso no esperaba escuchar en vivo. Esa canción del más reciente disco de Sanchez y los suyos, sería acompañada por "Here we are juggernaut", el tema que sirvió como primer corte de ese trabajo y que supuse sería mejor recibido por el público. Un tímido "gracia" saldría del sonriente Sanchez, antes de viajar al pasado con "Devil in Jersey City", la primera de dos canciones que tocarían de su primer álbum. La gente cantaba y saltaba con intensidad esa canción de 2002 y de inmediato sonarían las notas de "The camper velorium III: Al The Killer".
El show bordeaba la hora de duración y la heterogénea audiencia esperaba más. Un público mixto, en género y edad, coreaba el nombre del cantante en medio de un "Coheed, Coheed". El vocalista, que canta tan bien como en las grabaciones, dejaba ver los ojos luego de sujetar su característica cabellera... Mostraba emoción y agradecimiento.
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| Foto: Luis Mogollón |
"Everything evil" otro favorito de The Second Stage Turbine Blade explotó en los parlantes y entre medio trajo una versión de "The Trooper", desatando la locura de todos. Buenos Aires es una ciudad que respira rock clásico y los veteranos Iron Maiden son uno de los héroes más queridos. La extensa "In Keeping Secrets Of Silent Earth: 3" llegaría luego para poner el cierre al set de algo más de 60 minutos.
El cuarteto se haría esperar un poco para volver y lo haría entregando tres temas que están entre mis favoritos: "World of Lines" de Year of The Black Rainbow, quinto trabajo de Coheed And Cambria y entendido como precuela de la saga; en seguida "Blood red summer", uno de sus temas más alegres (musicalmente hablando) con la gente saltando y coreado ese "oh oh oh woah" y finalmente "Welcome home", otro de los celebrados números de la noche, que en el pasado tuvo una importante difusión a través del video juego Rock Band.
De esa manera, Coheed And Cambria hizo su paso por la capital argentina. Un show completo, sin trucos, luces ni artefactos y con un cuarteto que vino a hacer lo que mejor sabe; sin discursos ni charlas para perder tiempo (o ganar, dependiendo cómo se vea).
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| Foto: Pato Peters |
Si bien salí satisfecho del show, se me hizo algo corto y quedé con las ganas de escuchar "The Running Free", "The Suffering", "Far" y "Feathers", eso sin contar números más complejos como "The light and the glass" o "The Willing Well IV: The Final Cut".
Pato Peters
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