El día final de Fuji Rock trajo consigo la lluvia que caracteriza al festival. Aunque no cayó de forma copiosa y no hubo suspensión de conciertos o áreas afectadas por el agua, los asistentes buscaban cubrirse bajo carpas y árboles. La circulación entre escenarios se hizo un poco más lenta, pero la organización del evento cumplió, como siempre, y todo se llevó a cabo con orden. Los shows del día, afortunadamente, fueron en la carpa y cuando tocó ver a los actos estelares, la lluvia ya había cesado completamente.
MIRA AQUI EL RESUMEN DEL DIA 1 Y EL DIA 2
OK GO
La banda de Chicago que llegó a la fama por sus vistosos y originales videos musicales en Youtube es veterana en la escena japonesa, y no es extraño. La banda mantiene una estética visual muy interesante en el escenario, con globos, papeles y chistes sencillos que fueron bien recibidos. Según lo que dijo Damian Kulash, sus lugares favoritos -en orden ascendente- son: Sao Paulo, Londres, Tokyo y New York.
Foto: Leonardo Silva |
El momento más destacado de la presentación fue cuando Kulash se paró en la barrera de seguridad para enseñar al público japonés la parte que tenían que cantar. Ensayó un par de veces y al final se unieron todos los instrumentos, papeles, luces y gritos y quedó algo memorable para todos los asistentes. Gran química entre OK Go y Japón, sin dudas.
Foto: Leonardo Silva |
THE PAINS OF BEING PURE AT HEART
Mientras la lluvia continuaba en Niigata, muchos nos quedamos en la carpa Red Marquee para ver al siguiente acto. El ahora proyecto en solitario de Kip Berman tiene nuevos integrantes (entre ellos mi futura esposa en teclados) y una vibra diferente en vivo. La participación de los otros miembros de la banda se limita a la de cualquier músico contratado para el tour. Berman es el dueño del escenario, de la palabra y de la atención (aunque la dueña de la mayoría de mis fotos era la tecladista).
La interacción de la banda con el público fue mínima y parecía que ambos estaban cómodos asi. Los temas fueron mayormente del último disco, Days Of Abandon, pero en canciones anteriores se notaba la falta de la tecladista original Peggy Wang.
Foto: Leonardo Silva |
SBTRKTR
Anticipo que no soy fan de la música de estos británicos (se pronuncia Subtractor, por si acaso). El único motivo por el que no me fui de su presentación es porque no quería mojarme. Los temas en "vivo" tenían demasiados instrumentos pre-grabados, y cuando cantaban en vivo, la voz sonaba muy mal. Mis respetos para el encargado de las luces. Honestamente, era el único que estaba "tocando" en vivo mientras la banda le daba el mejor uso a sus pen drives.
THE STRYPES
Ya habíamos escrito sobre la preferencia del público japonés por las bandas que tienen buena estética en vivo. Si en New York, The Strypes se presenta ante 200 personas, en Japón ya tenían una gira nacional y muchos seguidores. Varios asistentes cargaban las camisetas de la gira y su show en el Green Stage coincidió con el fin de la lluvia. Una presencia importante de público se concentró para verlos y vaya que respondieron.
Los irlandeses sorprenden por su juventud y su actitud. Aún tienen acné en la cara pero su actitud es impresionante. Sinceramente, considero que sus canciones son un poco repetitivas. Josh McClorey intenta ser el centro de atención con sus largos solos (en todas las canciones) y hablando al público entre canciones; pero es Peter O' Hanlon con su actuación casi teátrica y Ross Farrelly con su actitud los que eran seguidos por las cámaras y la audiencia. Será interesante ver cómo evolucionan.
LORDE
Siguiendo con la línea de jóvenes ridículamente talentosos, regresamos a la carpa del Red Marquee para ver a la neozelandesa Lorde. Con un dominio escénico importante, mantuvo cautivado al público japonés con sus movimientos eléctricos y su ejecución muy fiel a la versión de estudio. Sus historias entre canciones son interesantes y es hasta algo impactante escucharla hablar sobre las temáticas sabiendo que era solo una adolescente cuando las escribió. Sin duda, está encaminada para ser una grande de la escena musical.
THE FLAMING LIPS
Ya había visto a Wayne Coyne y compañía en Brooklyn y me parecieron buenos; pero lo que vi en Japón fue impresionante. Ellos deberían haber cerrado el festival, terminando a lo grande con interpretaciones asombrosamente bien ejecutadas, pese a que todos parecían estar bajo los efectos de alucinógenos. La improvisación, por el uso de gente del público vistiendo varios disfraces que bailaban en el escenario, fue un toque aparte en la presentación.
Foto: Leonardo Silva |
Sin cover alguno en su repertorio, la selección de temas fue muy apropiada. Cada cada canción traía consigo todo un juego de luces y "props" para el público. Siendo el más destacado la burbuja/esfera que Coyne usó para cantar desde su interior mientras rodaba al ser movido por el público. Impresionante.
Foto: Leonardo Silva |
El último día estuvo encabezado por dos actos que no pertenecían a la escena regular de Fuji Rock: Outkast y Jack Johnson. Outkast fue motivo suficiente para que muchos asistentes compren entradas para ver a los raperos en vivo. Conocí a gente que llegaba de Singapur y Hong Kong al escuchar que la banda se había reformado y llegaba al festival.
Como todo concierto de rap, hubo chistes, buena onda, invitados y misoginia al por mayor. Llámenme aburrido pero presentar a tus coristas y decirles que se den la vuelta para que muestren el trasero me pareció retrógrado. Pero bueno, ese es el show. Intenté escuchar "Hey Ya" pero la tocaron casi al inicio y no alcancé a llegar. Debido a que empezó a llover nuevamente, muchos asistentes cerraron su festival antes de tiempo.
Como todo concierto de rap, hubo chistes, buena onda, invitados y misoginia al por mayor. Llámenme aburrido pero presentar a tus coristas y decirles que se den la vuelta para que muestren el trasero me pareció retrógrado. Pero bueno, ese es el show. Intenté escuchar "Hey Ya" pero la tocaron casi al inicio y no alcancé a llegar. Debido a que empezó a llover nuevamente, muchos asistentes cerraron su festival antes de tiempo.
JACK JOHNSON
El último acto del escenario principal fue hawaiano Jack Johnson. Sinceramente, no sabíamos qué esperar de su show, ya que las montañas de Japón parecen algo muy distinto al tipo de escenario donde Johnson puede sobresalir.
El hawaiano llegó con varios músicos invitados. Con versiones más movidas de sus éxitos fue un cierre sorpresivamente (para mi) agradable para el festival. El rocío que empezó a caer sobre las montañas de Naeba mientras tocaban "Better Together" fue un final feliz para un festival donde muchos terminamos sin voz y sin energías, pero satisfechos.
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