Foto: Pato Peters
Tras un sábado intenso, con las actuaciones de grupos como Nine Inch Nails, Phoenix, Red Hot Chili Peppers, Jake Bugg, Imagine Dragons, Capital Cities y Cage The Elephant (puedes leer la reseña del primer día ACÁ), nos esperaba una jornada igual o más movida que la anterior. Un domingo que traía como nombres importantes a Soundgarden, Arcade Fire, New Order y Lorde, y las presentaciones en solitario de Johnny Mar y Julian Casablancas.

El bien equilibrado line-up, ayudó a que asistiera una cantidad similar de gente que la noche anterior.

Foto: Pato Peters
Al igual que el sábado, los escenarios principales sirvieron para recibir a actos latinoamericanos durante las primeras dos horas, con los chilenos We Are The Grand y Ana Tijoux y los mexicano-chilenos HopPo! (proyecto encabezado por Rubén Albarrán de Café Tacvba).

PORTUGAL. THE MAN
Con problemas de sonido al comenzar su performance, Portugal The Man llegó desde la remota Alaska para hacer lo suyo (en realidad, radican en Portland, Oregon, pero proceden de Wasilla, al centro de Alaska). La particular voz de John Gourley, quien deja las tareas de portavoz al guitarrista Zach Carothers, aportó al sonido pop-psicodélico del acto que tomó el escenario principal cuando el sol quemaba. La banda defendió su más reciente material de estudio, Evil Friends de 2013, intercalándolo con canciones de sus anteriores seis discos. Más allá de complacer a los fans con canciones como "So American", "People Say" y "Modern Jesus", se acercaron a los extraños a su música con un fragmento de "Another Brick In The Wall" de Pink Floyd dentro del encore de "Purple, Yellow, Red and Blue".

Foto: Pato Peters

JOHNNY MARR
Desde la disolución de los ingleses Smiths, allá por 1987, Morrisey y Johnny Marr se dieron de lleno a sus carreras solistas, con el último habiendo formado parte de incontables proyectos como la súper banda Electronic, The The, Modest Mouse y The Cribs. En su primera visita a Sudamérica, el guitarrista y cantante de Manchester repasó material de su único disco en solitario, e incluyó algunas joyitas smithseras como "Stop Me If You Think You've Heard This One Before", "There's a Light That Never Goes Out" y "How Soon is Now", e incluso un cover de The Crickets ("I Fought The Law"). Sin gozar de la popularidad de Morrisey, el músico se las ingenió para dejar contento al público local.

Foto: Pato Peters
JULIAN CASABLANCAS
Después del poco memorable Comedown Machine del año pasado, se esperaba una reivindicación, aunque sea en solitario, del líder de los Strokes. Con varios minutos de retraso - el único caso que me tocó presenciar en la presente edición - Julian Casablancas estuvo muy lejos de brindar un show destacado. Con un sonido distorsionado, acompañado por su banda Voidz, el cantante se mandó una performance más cercana al punk y al garage de un acto amateur, que a aquel show hitero y profesional al que nos tenía acostumbrados con su grupo original. Una canción de los Strokes ("Take It or Leave It") y otro par de su disco solista, no fueron suficientes para el público que masivamente se retiró del escenario principal en busca de propuestas más agradables para el oído. ¿Perdió la brújula el señor Casablancas?

LEE ACÁ LA RESEÑA DEL DÍA 1

SAVAGES
Son cuatro mujeres y rockean como nadie. Savages que en 2013 lanzó el aclamado Silence Yourself, fue una de las grandes sorpresas de la segunda jornada. Su sonido post-punk y su actitud en escenario parecen evocar, por momentos, a las Breeders, pero el cuarteto inglés tiene personalidad propia. Con la voz de la francesa Jehnny Beth, regalaron un enérgico set de 11 canciones para un público que algo incrédulo comparaba la belleza de sus integrantes con su sonido agresivo. Las damas también saben rockear...

Foto: Pato Peters
VAMPIRE WEEKEND
Los neoyorquinos Vampire Weekend llegaban en un gran momento y con tres exitosos discos sobre las espaldas. Liderados por Ezra Koenig abrieron su primer show en tierras chilenas con uno de los sencillos de Modern Vampires of the City, precisamente con el tema que sirvió como primer promocional, "Diane Young". Sus 75 minutos en escena, fueron distribuido de manera equitativa entre sus tres largaduraciones (seis canciones por disco), y no faltaron hits como "Cousins", "A-Punk", "Horchata" y las recientes "Unbelievers" y "Step". Sin dudarlo, uno de los mejores conciertos del domingo.




Foto: Pato Peters
LORDE
Cuesta trabajo creer que Lorde tenga 17 años. No sólo por la pinta - tiene cara de alguien mayor -, sino por el despliegue de talento y el dominio escénico poco frecuentes en alguien de su edad. La neozelandesa se acerca más a la imagen de una experimentada reina de la canción que a la de una insegura colegiala. Lo que la delata, es su discurso adolescente, en el que confiesa el miedo que tiene a crecer. Antes de presentar "Ribs", casi al final de su show, contó cómo hace un año atrás se encontraba entre la inocencia, la culpa y la emoción al hacer una masiva fiesta en su casa, aprovechando la ausencia de sus padres. Ese momento la dejó marcada y confiesa que no volverá a sentir algo así.  

Foto: Pato Peters
Lorde es sincera, y le creemos. Así como creemos en su música y en sus bailes casi epilépticos sobre el escenario, presentes en las 11 canciones de su set. Desde el opener "Glory And Gore", pasando por "Tennis Court", "Buzzcut Season" y "Royals", hasta "A World Alone", la niña ofreció una performance impecable, acompañada por un tecladista y un baterista, con nueve de los temas de Pure Heroin, su exitoso debut de 2012. A este paso, rápidamente se ganará un lugar dentro de la realeza musical.

Foto: Pato Peters




Foto: Pato Peters
ARCADE FIRE
Desde el primer contacto con la banda, con la intro de "Reflektor", hasta su despedida 90 minutos después, con "Wake Up", la actuación de Arcade Fire fue lo más parecido a una montaña rusa, con el corazón a mil y las emociones a flor de piel. Los hermanos Win y Will Butler y su tropa demostraron en el inmenso escenario, por qué son considerados como uno de los grupos más importantes del movimiento rockero actual - y no sólo del indie, como algunos quisieran creer.

Foto: Pato Peters
Los canadienses, durante su set de 16 canciones, ofrecieron un gran repertorio - quizás mejorable con la inclusión de un par de números, como "Keep The Car Running" y "We Exist" - tomando como base el disco Reflektor del año pasado e incluyendo algunos hits de sus tres álbumes anteriores. La docena de músicos sobre el escenario, intercala con los instrumentos y no resulta extraño ver al mayor de los Butler - voz principal - tocar el bajo, la guitarra o el teclado, mientras su esposa y co-líder Régine Chassagne, hace coros, toca acordeón, pandereta, tambor, teclados e incluso se ocupa de la voz líder.

Foto: Pato Peters
La energía del colectivo se siente en el escenario y se transmite a un público que, en este caso, no dejó de saltar durante la hora y media de show. "Rebellion", "The Suburbs", "Ready To Start", "No Cars Go", "Afterlife" y "It's Never Over", con Chassagne cantando desde una pasarela que se desprendía del escenario, fueron los números más cantados por la inmensa masa que agradecida aplaudía y aclamaba a los montrealeses. Tras 70 minutos de show, se retiraron para permitir el ingreso de la banda ficticia los Reflektors quienes, con cabezas gigantes - inspiradas en los miembros del grupo -, hicieron playback sobre una canción del español Mikel Erentxum, antes de ser echados del escenario por los Butler. El encore de tres temas, finalizó con la canción de estadio "Wake Up", cuando lo último que queríamos hacer era despertar de ese gran sueño bautizado como Arcade Fire.       



NEW ORDER
El cierre del escenario Playstation, la noche del domingo, cayó en manos de los ingleses New Order. Los alguna vez integrantes de Joy Division, volvieron a prescindir del bajista y cantante Peter Hook, quien podría haber aportado más al acto nostálgico. La influencia de la banda de new wave, sobre todo en los géneros del indie y el electropop, tuvo en canciones como "Bizarre Love Triangle", "True Faith"y "586" sonidos que bien podrían asociarse con Arcade Fire, quienes minutos atrás habían finalizado su presentación.


SOUNDGARDEN
"Quiero disculparme por habernos tardado tanto en llegar a Chile", fueron palabras de Chris Cornell, cantante de la veterana agrupación de Seattle en medio de su show de más de dos horas de duración. Soundgarden, que volvió a juntarse en 2010, pisó tierras sudamericanas por vez primera y brindo una selección de canciones de cinco de sus seis discos de estudio, con ocho números de Superunknown, el celebrado disco de hace 20 años atrás. Sin el baterista Matt Cameron - ocupado con su otra banda, Pearl Jam - Cornell, el guitarrista Kim Thayil y el bajista Ben Shepherd se encargaron de cerrar con nota alta el festival anual de Lollapalooza. Poniendo de manifiesto que se encuentran tan en forma como en 1997, cuando tomaron caminos separados, el cuarteto dejó todo sobre el escenario, como si de jóvenes y entusiastas músicos se tratara.  

Canciones como "Spoonman", "Black Hole Sun""Outshined", "My Wave", "The Day I Tried To Live""Blow Up The Outside World", "Fell On Black Days", "Burden in My Hand" y "Rusty Cage", deleitaron a la multitud rockera que finalmente pudo disfrutar de un concierto de esta leyenda del grunge.



Así, pasaron una veintena de horas dedicadas a la música en un agitado fin de semana. Actos veteranos y grupos nóveles fueron parte de la oferta de esta cuarta versión del festival Lollapalooza en el Parque O'Higgins del centro santiaguino.

Con una sonrisa por lo vivido durante esos dos días, prometemos volver en 2015.

Puedes leer la reseña del primer día del Lollapalooza de Santiago en este enlace: Lollapalooza Chile Día 1

Pato Peters


04 Abr 2014

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